Desde los cinco años, Annika supo que la actuación era su verdadera vocación. Comenzó en Estonia con teatro, comedia de stand-up, televisión y modelaje, antes de mudarse a Cataluña para estudiar Musical Theatre. Su formación continuó con técnicas de actuación como Meisner y Chubbuck, complementada con trabajo frente a cámara.

Annika disfruta especialmente interpretando personajes de épocas pasadas, como los años 40, 50 y 60, donde se siente libre para explorar su autenticidad. La vulnerabilidad es una de sus mayores fortalezas, y su enfoque en la autenticidad le permite conectar profundamente con sus personajes y descubrir la verdad en cada uno de ellos. Además, la música es una gran pasión de Annika: disfruta tocando guitarra y batería, cantando y componiendo canciones y poesía. A lo largo de su carrera, ha interpretado una variedad de personajes en distintos medios y está deseando explorar roles fantásticos, como elfos o reinas. Su experiencia en artes marciales, especialmente lucha libre y judo, le otorgan una disciplina única y una versatilidad física que enriquecen su trabajo actoral.